Durante el embarazo, las futuras mamás necesitan más vitaminas y minerales de lo normal, y los cítricos son perfectos para cubrir esas necesidades. La vitamina C ayuda en la formación de colágeno, fundamental para el desarrollo del bebé, mientras que el ácido fólico, presente en frutas como las naranjas, contribuye al desarrollo del cerebro y la médula espinal del feto. Además, los antioxidantes de los cítricos ayudan a reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo.
Fuente: Mayo Clinic